El palacio Revillagigedo de Gijón acogió ayer por la tarde la inauguración de la exposición Favila: cuatro décadas de pintura, que se podrá visitar en el citado centro desde hoy y hasta el próximo 19 de abril. Todo el palacio con sus salas grandes y sus pequeños rincones, con su peso, su historia y sus nombres, es desde hoy de Favila. El pintor de Avilés que nació en Grado (en 1954) y que lleva toda su vida cediendo sus pinceles a la descripción detallada de las tradiciones y las rutinas del hombre, es el nuevo invitado del Revillagigedo. El principal centro expositivo de Cajastur cede sus paredes a cuatro décadas de paisanajes, puertos, playas, mercados y costumbres volcadas en el lienzo por este pintor, también conocido como escultor, que ha dejado como tal buena cuenta de su capacidad creadora en las calles de Oviedo y de Avilés.
Favila, en realidad Amado González Hevia, hijo del escultor Amado González Fernández -a quien rinde tributo en la muestra con un retrato en actitud creadora-, anuncia con esta cita retrospectiva un alto en el camino. No para hacer pausa, sino para afrontar una revisión, un cambio en su pintura. De hecho, en la portada del catálogo y en el díptico que lo resume, Favila ha elegido como reclamo abandonar el pasado que le representa en el palacio y mostrar la nueva cara de su pintura. La exposición 'Favila, cuatro décadas' está comisariada por Benjamín Lebrato, profesor como el propio Favila en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés